viernes, 28 de marzo de 2014

ENCUESTA TIC EN EL AULA: RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Recientemente, realicé una encuesta para conocer el acceso y conocimiento de nuestro alumnado a recursos digitales. Estas son las respuestas obtenidas:


Uno de los pilares fundamentales en el que debe cimentarse el cambio de modelo de escuela que venimos demandando desde hace cierto tiempo es el refuerzo de la competencia clave APRENDER A APRENDER en nuestro alumnado. Para ello, un factor básico puede ser la creación de su PLE (Entorno Personal de Aprendizaje). Con ello, además de practicar otra competencia muy importante en esta era, como es la digital, vamos a ayudarles a sentar las bases de la que, en mi humilde opinión y como ya he comentado antes, debe ser la competencia fundamental: aprender a aprender. Pero además, nos deja abiertas grandes posibilidades para establecer cauces de comunicación entre el propio alumnado, entre ellos y el maestro, etc.

Sin embargo, antes de lanzarse a realizar una propuesta concreta, creo que para ello es importante conocer el nivel del alumnado en el uso de herramientas digitales, y los recursos de los que disponen. Ésta no debe ser una actividad aislada que se realice en un curso concreto, sino que debería usarse en todos los casos, cada vez que un tutor empieza con un nuevo grupo. Yo, al menos, así pienso hacerlo. Aunque en esta ocasión haya realizado la encuesta a finales del segundo trimestre, mi intención es incluirla en una “Unidad de Acogida y Evaluación Inicial”, de modo que los alumnos me la completen durante la primera semana del mes de septiembre, y yo pueda analizarla, sacar las conclusiones que de ella se deriven y tomar las decisiones oportunas, planteándome una serie de acciones a realizar a lo largo del curso. En mi caso, ahora mismo trabajo en 6º Primaria, y mis expectativas son que el año que viene seré tutor de un grupo de 5º de esa misma etapa educativa.

Con respecto a los resultados obtenidos en la encuesta de este curso, quisiera compartir los resultados obtenidos con todos vosotros, así como el análisis y las conclusiones que yo extraigo. Tengo curiosidad por realizar esta encuesta con otros grupos para poder comparar las respuestas, pero intuyo que el entorno en el que se sitúa la escuela en la que yo trabajo, así como el nivel socioeconómico de las familias que traen aquí a sus hijos, será un factor determinante y no voy a encontrar grandes diferencias.

Mi primera impresión es que siguen existiendo grandes diferencias en los recursos que manejan los alumnos en sus casas, y por tanto, el nivel inicial de conocimientos con respecto a las TIC es muy desigual. Sería, por tanto, un error, diseñar actividades uniformes para todos, ya que el punto de partida es distinto. La brecha digital de la que tanto se ha hablado, sigue existiendo, y se convierte en un factor a tener muy en cuenta a la hora de diseñar cualquier metodología. También es cierto que el porcentaje de alumnos que no tiene acceso en sus hogares a ningún recurso tecnológico es cada vez menor, y posiblemente la tendencia siga siendo esa, pero eso no lo podré comprobar hasta dentro de unos años.

Por lo que respecta a la posesión de recursos tecnológicos, los resultados obtenidos señalan que los dispositivos móviles son predominantes. Eso es una baza importante que juega a nuestro favor. La gran mayoría del alumnado podría traer al aula bien un ordenador portátil, bien una tableta o incluso un teléfono móvil. Por tanto, lo importante sería diseñar actividades no en función de un dispositivo concreto, sino buscando conseguir un objetivo que se pueda alcanzar a través de cualquier medio digital. Para ello, la metodología “Mobile Learning” tiene un potencial enorme, pero ojo, porque resulta fundamental no perder una de sus principales virtudes, que es precisamente la de tratarse de medios móviles, que se pueden trasladar con facilidad. Quedarse en el aula para trabajar con ellos puede ser útil en algunas ocasiones, pero corremos el riesgo de que simplemente se sustituya un soporte tradicional (libreta, libro de texto y pizarra) por otro más tecnológico, sin que haya de por medio ningún otro cambio metodológico.

En segundo lugar, por lo que respecta al uso de recursos, valoro muy positivamente el hecho de que el alumnado disponga de cuenta de correo electrónico propia, mayoritariamente. Trabajándolo un poco, y con cuidado de no excluir a nadie, esto se puede convertir en un potente instrumente de comunicación entre el profesorado y el alumnado. Además, el mayor porcentaje de alumnos disponen de cuenta con Gmail, pero desconocen los usos y las posibilidades que se le puede dar a Google +. Se me ocurren muchas actividades motivadoras que podemos realizar a través de sus herramientas: escritura colaborativa (Google Drive), debates sobre temas de actualidad (comunidades), agenda virtual (Google Calendar)… Sería importante, eso sí, aprender a usarlo en clase para que luego puedan trasladar lo aprendido a sus casas. Siempre, claro está, sin que ello suponga una obligación, o bien ofreciendo alternativas a aquellos que en sus hogares no puedan acceder a Internet. Ahora bien, la encuesta me ofrece un dato muy revelador: el uso mayoritario de “Whatsapp” entre el alumnado. Creo que, en lugar de “demonizar” el móvil, podríamos convertirlo en otro recurso muy valioso, con la creación de un grupo de la clase, administrado por el tutor, que sirva para el intercambio de ideas, resolución de dudas… Usando estos recursos que he nombrado anteriormente, tal vez dejaría de lado el uso de las redes sociales para cursos más avanzados.

Por último, quisiera detenerme unos momentos en los principales usos que realiza el alumnado de sus recursos. Respecto al tema de las descargas, me gustaría usarlo como un contenido transversal, para reflexionar sobre todo aquello relativo a licencias, piratería, derechos de autor, etc. De la comunicación ya he hablado antes, y no quiero volver sobre ello. Sí que me parece muy interesante, y seguro que para el alumnado es atractivo y motivador, tomar el juego como eje para algunas actividades de aprendizaje. Entramos aquí en otra metodología muy en auge en la actualidad, y sin embargo, poco explotada en nuestras aulas, como es la “gamificación”. Ahora mismo, no me veo capaz de extenderme demasiado en este aspecto, pero trataré de documentarme y buscar experiencias ya existentes antes de diseñar actividades que incluyan esta metodología. Y, por último, sí que me gustaría reforzar uno de los aspectos menos explotados por este grupo de alumnos: la lectura. Dando respuesta además al currículo LOMCE de Primaria, me gustaría empezar el día, sistemáticamente, con la lectura (si consigo que todo el alumnado disponga de un medio tecnológico propio) de una noticia de actualidad, seleccionada por mí, la cual se aprovecharía después como punto de partida para otra actividad de cualquier otra asignatura.


¿Difícil? Sí, pero no imposible. ¿Apasionante? Para mí, mucho. ¿Y para vosotros?

miércoles, 26 de marzo de 2014

¡CÓMO ESTÁ LA EDUCACIÓN! (¿o no?)

Habitualmente no solemos ver los vídeos que nos enlazan en los blogs, pero os tengo que pedir que dediquéis apenas un par de minutos para ver éste, porque de lo contrario no vais a encontrar sentido al resto de la entrada.


Este video me llegó por "whatsapp" y lo reenvié a mis amigos para ver qué efecto causaba. Seguramente, los autores de esta entrevista tenían en mente provocar una reacción determinada: ¡qué mal está la educación en España y qué poca cultura tiene la juventud de hoy en día! Efectivamente, ese fue el comentario generalizado de mis amigos en el grupo, con lo cual, es justo alabar el excelente trabajo del medio de comunicación que realizara este reportaje. No voy a ocuparme ahora de los medios de comunicación, pero todos sabemos (o deberíamos) lo manipuladores que son. En primer lugar, me gustaría saber cuándo se realizó esta entrevista. Después, en qué contexto socioeconómico fueron a realizarla. Y, por último, a cuánta gente se le realizó. Suponiendo que la entrevista se haya tomado estos días, lo único que puedo achacar a este chaval es que esté absolutamente desconectado del mundo en el que vive, tanto que ni siquiera oiga las noticias, aunque sea de pasada.

Mis amigos se indignaron y hacían broma sobre la falta de cultura de la juventud. Y, en ese momento, yo les pregunté cuántos de ellos sabrían decirme (sin consultarlo en Google) quién fue Largo Caballero. Ninguno de ellos lo sabía, excepto uno (precisamente compañero mío en el instituto y una excelente persona), que nos contó quien era y que lo sabía porque había leído varios libros de historia de España contemporánea, motivado porque su abuelo era ex combatiente de la Guerra Civil. Ante esta respuesta, les lancé una nueva pregunta: ¿cuántos de ellos hubieran sabido quién fue Largo Caballero si les hubieran abordado por la calle cuando tenían 18 años? Y ahí sí que encontré unanimidad. Nadie absolutamente.

La conversación siguió adelante, y en cuanto menguó su intensidad, les lancé una nueva pregunta: ¿para qué necesita este chaval (y todos los de su generación) saber quién fue Adolfo Suárez? Recibí una respuesta que últimamente se ha convertido en muy recurrente y que (aparentemente) no admite discusión: ¡CULTURA GENERAL! Hombre, ese argumento parece irrebatible, porque nadie en sus cabales puede discutir la importancia que tiene la cultura general en las personas. Yo me atreví a lanzarles una nueva pregunta (que más adelante os matizaré): ¿para qué nos sirve hoy día la cultura general, aparte de para jugar al Trivial o presentarse a "Saber y Ganar"? Antes de seguir con mi argumentación, quizá debería puntualizar aquí esta última cuestión. Opino que sí hay que tener una cierta cultura general, pero dado que este concepto es cada vez más amplio y abarca tantas cosas, habría que determinar qué cultura general consideramos importante que nuestros alumnos tengan. Por ejemplo, pienso que es importante un mínimo de cultura geográfica. Paso que no sepan situar exactamente la provincia de Granada, pero, al menos que no la localicen en Galicia... Y así, podría poner otros ejemplos que considero importantes. En este punto, podríamos introducir también el debate sobre el término "contenido no googleable", acuñado por Ewan McIntosh, pero lo dejaré para otra entrada.

En conclusión, pienso que la educación hoy día no está peor que la que recibimos nosotros en nuestra época. La diferencia es que ahora la vemos con nuestros ojos de persona adulta, pero sería importante hacer un ejercicio retrospectivo y pensar como lo hacíamos nosotros en nuestra adolescencia. ¿Qué intereses teníamos? ¿En qué ocupábamos nuestro tiempo? Si hiciéramos eso, veríamos que las cosas no han cambiado tanto, aunque, lógicamente, los avances sobre todo tecnológicos tienen una influencia enorme en la vida de los estudiantes de hoy. Sin embargo, los que me conocéis (bien en persona, bien a través de este blog) ya sabréis que apuesto firmemente por un cambio de modelo de escuela, el cual es necesario para dar respuesta a las demandas de la sociedad presente y futura, y que conecte más con los intereses y motivaciones del alumnado. Pero sin dramatismos, por favor.

jueves, 20 de marzo de 2014

SAVIA EVENTOS (una presentación del nuevo proyecto de SM)

El pasado martes, 18 de marzo tuve la oportunidad de asistir a una serie de charlas, organizadas por la editorial SM, en lo que ellos denominan "Savia Eventos". El programa no podía ser más atractivo y, a priori, interesante. El primer aspecto que me gustaría comentar es la organización y la escenografía. Todo lo que conforma "la primera impresión" estuvo exquisitamente cuidado. Desde la entrada al recinto y la recepción de los asistentes se podía percibir una gran profesionalidad y experiencia detrás del evento. Y la ambientación creada en el escenario rozaba lo sublime. Un decorado con todo lujo de detalles, dos pantallas en las que se proyectaban imágenes relacionadas con la naturales, una iluminación en todo el recinto que sugería escenas marinas... En todos estos aspectos no cabe escatimar elogios. Sin duda, un trabajo sobresaliente.

Y luego, a las 17:30, empezó el evento propiamente dicho. El hilo conductor del mismo lo llevaban un par de actores que representaban el papel de un científico y su joven aprendiz. De nuevo, una puesta en escena impecable que conseguía captar la atención de la audiencia y, dicho sea de paso, sorprender a un público expectante. La primera charla corrió a cargo de Martín Moreno, presentado como una referencia en el tema de la educación en España (lo siento mucho, pero no había oído hablar de él), quien a la postre hizo también el papel de "maestro de ceremonias". Su título no podía ser más sugestivo: "El reto de educar en el siglo XXI. Nuevas necesidades. Nuevas formas". La charla apenas duró 30 minutos, y obviamente, en ese tiempo apenas pudo perfilar algunas de las cuestiones que nos ocupan a los docentes en estos tiempos. Habló de poner al alumnado en el centro de la enseñanza, comentó algo de los crecientes y continuos cambios de la sociedad, dejó caer un par de apuntes sobre el necesario cambio de modelo de escuela... Y terminó explicando cómo todas estas cuestiones quedaban resueltas en los nuevos libros de texto de SM y el "maravilloso" proyecto que desarrolla. Primera decepción por mi parte. ¡Qué lástima que no haya desarrollado más un tema que me interesa, y mucho! En fin, no pasa nada, todavía quedan varias conferencias por delante...

A continuación, nos presentaron a una nueva eminencia en el tema de la pedagogía y la didáctica, Amparo Escamilla (de la cual nunca tampoco había oído hablar, pero supongo que eso es culpa mía). De nuevo, el título de la ponencia era muy atractivo: "Trabajar la Inteligencias Múltiples en el aula. Técnicas y herramientas inteligentes". Esta charla todavía duró menos que la anterior y, francamente, creo que no aportó nada nuevo. Un par de ideas sobre las inteligencias múltiples, el consabido e inevitable repaso a las mismas (por si algún despistado todavía no es capaz de enumerarlas de carrerilla) y alguna técnica, pero eso sí, sin profundizar mucho, porque el tiempo apremia. Eso sí, no finalizó su intervención sin contarnos cómo el nuevo proyecto de SM recoge todo el tema de las inteligencias múltiples, las incluye en su propuesta didáctica, y el alumnado las trabaja todas y cada una de ellas. Segunda decepción, y mosqueo creciente por mi parte. Pero bueno, ya faltaba menos para poder oír a Robert Swartz (que a éste al menos, sí que lo conocía antes y había visto suyos y todo por "youtube").

Tercera ponencia, a cargo de otra ilustre pedagoga de referencia en toda España: "Aprendizaje cooperativo. Una metodología que funciona". La responsable de la charla, Amanda López (¿¿¿ ???). Seguro que esta vez lo acertábamos, porque es un tema con muchas posibilidades. Su intervención directa duró alrededor de 20 minutos, el resto del tiempo lo empleó en proyectarnos una grabación en la que nos mostraba una técnica que ella usaba en sus clases. De esta ponencia sí que salí contento, porque resulta que esa misma la utilizo yo bastante en mis clases, aunque no sabía el nombre de la misma (1 - 2 - 4) ni me había planteado nunca que con ella potenciaba el aprendizaje cooperativo. ¡Ah! ¿El resto de la charla? Pues como las anteriores. Nada nuevo que llamara mi atención. Eso sí. El final fui capaz de anticiparlo: el proyecto "Savia" de SM introduce el aprendizaje cooperativo como eje central de su planteamiento. Esta vez, ya, ni siquiera, me molesté.

Y llegó la última ponencia, la de Robert Swartz. El simple hecho de poder escuchar en vivo los planteamientos de una de las referencias mundiales en educación, ya me resultaba muy motivador. Y el título de la ponencia todavía reforzaba más ese ánimo positivo: "El pensamiento crítico y creativo para mejorar el aprendizaje". Lógico, porque este es el campo en el que el ponente ha desarrollado gran parte de su trabajo y ha asesorado a multitud de centros. La ponencia no estuvo mal, aunque demasiado limitada por el reloj. En realidad, tampoco habló demasiado del pensamiento crítico, solamente una breve introducción, y pasó a presentarnos una técnica que él utiliza en sus aulas. Comentó que existen otras muchas, pero nada más. Personalmente, lo mejor y más satisfactorio para mí fue poder oir su exposición en inglés, sin ayuda de la traducción simultánea, y comprobar que le entendía perfectamente. ¡Algo es algo!

Ya cuando salimos, y a la par que la gente devolvía el auricular para la traducción y recuperaba sus DNI, nos entregaron un catálogo promocional de todos los recursos que tiene el proyecto "Savia" de SM para los cursos en los que se va a implantar la LOMCE. Y allí pude comprobar lo que más temía: el eje central de su proyecto es un libro de texto, prácticamente calcado a los de estos cursos pasados, con la novedad de que en las guías didácticas y de apoyo al profesorado aparecen una serie de sugerencias "extra" para trabajar las inteligencias múltiples y el aprendizaje cooperativo, todo ello, por supuesto, apoyado por una magnífica página web en la que puedes encontrar el mismo libro, pero en formato digital, y algunos recursos de apoyo. Es decir, más de lo mismo. Si los centros eligen seguir usando los libros de texto de ésta, o cualquier otra editorial, en primer lugar habrán dejado escapar una magnífica oportunidad para trabajar el currículo de la etapa, y distribuir sus contenidos coherentemente entre los diferentes niveles. En segundo lugar, porque si tenemos como base para nuestro trabajo un nuevo libro de texto, con unos 15 temas para trabajar, no va a quedar tiempo para realizar todas esas sugerencias didácticas "extra" que nos proponen, ya que, una vez que las familias han hecho el gasto de adquirir ese material, no vamos a dejar de impartir la mayor cantidad de temas posibles (si no, las familias nos matan). En tercer lugar, porque esos recursos que nos proponen no deberían ser "extra", si no que deberían conformar la base metodológica de nuestra programación. Adiós, por lo tanto, a la innovación metodológica y, en consecuencia, al cambio de modelo de escuela y a los nuevos retos que nos plantea la educación.

Entiendo a las editoriales, sin embargo. Y alabo su trabajo. No solamente SM (que es la que motivó esta reflexión), sino que todas han apostado por esta línea de venta. En pocos días, he recibido invitaciones a congresos similares que organizan editoriales como Santillana o Edelvives (y que me temo que tendrán el mismo propósito final que ésta de SM). Están absolutamente enterados de las demandas y preocupaciones de los centros, e introducen en sus presentaciones todo aquello que queremos oir: TIC, aprendizaje cooperativo, competencias básicas, inteligencias múltiples... ¡Qué bien venden sus productos! No las critico, en absoluto. Es totalmente comprensible que traten de mantener un negocio que les reporta un alto porcentaje de sus beneficios, y que, hoy día, está en grave peligro, ya que si los centros apuestan por un VERDADERA renovación, ésta pasa por que desaparezcan los libros de texto de nuestras aulas. Mi principal duda, en estos momentos, no es si tomar esta vía o no. Eso lo tengo clarísimo. Mi preocupación es cuándo dar este paso tan importante. Francamente, en los plazos con los que trabaja la administración, creo que no sería prudente prescindir de los libros de texto ya el próximo curso. La implantación de la LOMCE en 1º, 3º y 5º, y sobre todo, la realización de una evaluación externa en 3º me genera serias dudas. Pero, por otra parte, si se toma la decisión de seguir "temporalmente" atados a una o varias editoriales, pienso que se corren dos peligros graves. Por un lado, ¿cuánto será ese "temporalmente"? Es decir, ¿qué compromiso nos obligarán las editoriales a contraer? Y en segundo lugar, ¿seremos capaces de hacer un trabajo de claustro para asumir como propio el currículo, en paralelo a la programación, seguimiento y evaluación ordinaria en base a los libros de texto? No es una decisión nada sencilla, pero sí que es absolutamente trascendental para decidir el futuro de nuestras aulas y, en consecuencia, de la educación de los niños y niñas que tenemos en ellas.

lunes, 17 de marzo de 2014

CREAR HOY LA ESCUELA DEL MAÑANA


Dejo aquí una nueva reseña de un libro que termino de leer. Como podéis ver en la portada del mismo, se trata de "Crear hoy la escuela del mañana", escrito por Richard Gerver. Este autor es uno de los expertos en educación más importantes de su generación, y en la actualidad ofrece numerosas conferencias y presta orientación a numerosos centros y entidades. Os dejo aquí un enlace a una entrevista suya, para que le conozcamos un poco mejor y os familiaricéis con sus ideas y propuestas:

Aunque la edición castellana de esta obra fue publicada por SM el año 2012, su edición original salió al mercado el 2010. Otro factor a tener en cuenta es que la obra describe la situación del sistema educativo británico, y en menor medida el americano, de la época en la que fue escrito. Sin embargo, resulta curioso ver cómo, 4 años después, esta misma situación es la que ahora se trata de implantar en España, con evaluaciones externas, etc. Queda claro, pues, que nuestro país no está a la vanguardia en lo que a innovación pedagógica se refiere.

En sí, la lectura de esta obra resulta recomendable y muy sugestiva. Motiva a la reflexión acerca de cómo los docentes en particular, y los centros en segundo lugar, tenemos en nuestras manos la llave para facilitar un cambio de modelo de escuela, de modo que la misma se adapte más a las necesidades e intereses del alumnado. El libro sigue la misma linea argumentativa que otros de su misma orientación, pero sirve al lector para reforzar el convencimiento de que la escuela sigue anclada en el pasado y no ha evolucionado al mismo ritmo que la sociedad en la que se inserta.

En la segunda parte de la obra se describen algunas experiencias llevadas a cabo en el Reino Unido, con gran éxito. Son interesantes, aunque cabe concluir que no son fácilmente exportables a nuestro país, ya que el marco legislativo no es el mismo. A pesar de ello, sirve para coger algunas ideas, tratar de adaptarlas e implantarlas en nuestras aulas.

En conclusión, se trata de una lectura fácil y sencilla, su número de páginas tampoco es para nada excesivo (alrededor de 170). Si ya se han leído otras obras similares, ésta no aporta nada nuevo al tema. Si es la primera que cae en nuestras manos, puede ser realmente motivadora. En cualquier caso, sí que es interesante que los equipos directivos de nuestros colegios lo lean y compartan sus reflexiones. Y, también sería positivo seleccionar algunos capítulos o fragmentos para trabajarlos junto a todo el claustro. Esta obra puede ser una buena compañera para aquellos centros que apuesten decididamente por la innovación y el cambio.

viernes, 7 de marzo de 2014

LAS COMPETENCIAS BÁSICAS EN ESPAÑA: DE LA LOE A LA LOMCE


                                     * Imagen tomada de la web alinguistico.blogspot.com.es

 Con la publicación en el BOE, el pasado 28 de febrero, del Real Decreto 126/2014 por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria (BOE.pdf) se despejaba una de las incógnitas que venían circulando por los claustros de los colegios desde hace unos años, prácticamente desde el comienzo de la implantación de la LOE. Esto de las competencias básicas... ¿no sería una moda pasajera? ¿Qué iba a pasar con ellas cuando hubiera cambio de gobierno y, por consiguiente, cambio de ley? De hecho, esta duda (razonable, por otra parte) se convirtió en el gran argumento esgrimido por aquellos docentes más reacios a los cambios para no modificar demasiado las programaciones, y seguir impartiendo sus clases según el modelo tradicional de escuela, en el que tan cómodamente instalados se encuentran algunos maestros. Apostaría algo a que a muchos de los que estáis leyendo esta pequeña reflexión os suena esta situación: "¿Porqué hay que programar por competencias?". "¿Para qué vamos a hacer todo ese "trabajazo"?, si cuando cambie el gobierno lo que hagamos ahora igual ya no nos sirve para nada". "No vale la pena hacer nada, primero que se aclaren ellos (refiriéndose a los políticos) y luego, ya veremos"....

En vista del nuevo diseño curricular propuesto por el Ministerio de Educación para la etapa de Primaria, parece que sí que habrá que tomarse en serio esto de las competencias básicas... Personalmente, tenía pocas dudas acerca de su continuidad, ya que las celebérrimas pruebas PISA se basan en competencias, y es una corriente pedagógica que se está asentando con bastante éxito en toda Europa. Pero, claro, hasta que no lo he visto por escrito... 

En todo caso, no solamente es que el nuevo currículo apueste por la continuidad de las Competencias Básicas, sino que les otorga un papel absolutamente preponderante en el texto. Ya en primer párrafo del mismo señala que "el currículo estará integrado por los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa; las competencias, o capacidades para activar y aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa educativa, para lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos, los contenidos, o conjuntos de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que contribuyen al logro de los objetivos de cada enseñanza y etapa educativa y a la adquisición de competencias". No solamente es que las competencias forman parte del currículo, sino que, por si acaso a alguien todavía no le quedaba claro qué son, nos las define. Unas líneas más adelante encontramos lo siguiente:
" En línea con la Recomendación 2006/962/EC, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de 2006, sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, este real decreto se basa en la potenciación del aprendizaje por competencias, integradas en los elementos curriculares para propiciar una renovación en la práctica docente y en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Se proponen nuevos enfoques en el aprendizaje y evaluación, que han de suponer un importante cambio en las tareas que han de resolver los alumnos y planteamientos metodológicos innovadores. La competencia supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones, y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Se contemplan, pues, como conocimiento en la práctica, un conocimiento adquirido a través de la participación activa en prácticas sociales que, como tales, se pueden desarrollar tanto en el contexto educativo formal, a través del currículo, como en los contextos educativos no formales e informales. Las competencias, por tanto, se conceptualizan como un «saber hacer» que se aplica a una diversidad de contextos académicos, sociales y profesionales. Para que la transferencia a distintos contextos sea posible resulta indispensable una comprensión del conocimiento presente en las competencias, y la vinculación de éste con las habilidades prácticas o destrezas que las integran. El aprendizaje por competencias favorece los propios procesos de aprendizaje y la motivación por aprender, debido a la fuerte interrelación entre sus componentes: el concepto se aprende de forma conjunta al procedimiento de aprender dicho concepto . Se adopta la denominación de las competencias clave definidas por la Unión Europea. Se considera que «las competencias clave son aquellas que todas las personas precisan para su realización y desarrollo personal, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo». Se identifican siete competencias clave esenciales para el bienestar de las sociedades europeas, el crecimiento económico y la innovación, y se describen los conocimientos, las capacidades y las actitudes esenciales vinculadas a cada una de ellas. El rol del docente es fundamental, pues debe ser capaz de diseñar tareas o situaciones de aprendizaje que posibiliten la resolución de problemas, la aplicación de los conocimientos aprendidos y la promoción de la actividad de los estudiantes". (Los subrayados son míos, para destacar algunas cuestiones que me parecen fundamentales).
 
 ¿Queda claro, entonces? Por si alguien todavía está dispuesto a poner excusas para no programar el currículo por competencias, todavía en el preámbulo nos avisa que "el contenido de esta norma será completado con la integración de las competencias en el currículo que debe promover el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, según la disposición adicional trigésimo quinta de la Ley 2/2006, de 3 de mayo, introducida por la Ley 8/2013, de 9 de diciembre, a través de la adecuada descripción de las relaciones entre las competencias y los contenidos y criterios de evaluación de las diferentes enseñanzas, con atención prioritaria al currículo de la enseñanza básica". Habrá que esperar un poco a ver que nos depara esa nueva norma...

Por tanto, ¿todo queda igual? En principio, ni en la LOMCE ni en el decreto del Currículo se deroga el Anexo 1 de la LOE, en el que se describían las 8 competencias básicas, y en qué consistía cada una de ellas. Supongo, por tanto, que ese Anexo seguirá siendo nuestra documentación de referencia a la hora de entender qué se espera de un alumno para que sea competente en cada una de ellas. 

Sin embargo, imagino yo que la tentación del gobierno de turno de dejar "su huella" era demasiado grande. Dejarlo todo tal y como estaba hubiera sido demasiado simple, así que nos encontramos con que el currículo que establece la LOMCE determina que hay 7 competencias básicas. ¿Qué ha pasado aquí? ¿Ha desaparecido una? Lo mejor será detenerse unos segundos a ver la siguiente infografía, donde comparo las competencias básicas en una y otra ley:


Básicamente, ¿qué es lo que observamos? Pues que los cambios que se proponen no son sustanciales, aunque podemos hacer las siguientes apreciaciones:
1.- A priori, la nueva "competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología" integra las competencias de la LOE llamadas "competencia matemática" y "competencia en el conocimiento y la interacción con el medio físico". De todos modos, faltaría ver cómo se define en los desarrollos que están todavía por venir.
2.- Es de suponer que la "competencia digital" llevará implícitos en sus descriptores el tratamiento de la información, pero veremos también que pasa.
3.- Cambio de "competencia social y ciudadana" por "competencias sociales y cívicas". ¿Un simple cambio de nombre? ¿O acarreará algo más?
4.- Lo mismo ocurre con la "autonomía e iniciativa personal", que es sustituida por "sentido de iniciativa y espíritu emprendedor". Aunque en este caso, a falta de su definición, me parece que el cambio de nombre puede anunciar también un cambio de perspectiva.
5. Y el último cambio de nombre (¿será solo de nombre?) lo encontramos con la "conciencia y expresiones culturales", que viene a sustituir a la "competencia cultural y artística".

Además de éstas, muchos centros privados y concertados de carácter religioso añadían una última competencia, la "espiritual" (u otras variantes de nomenclatura), que, cabe suponer mantendrán en la nueva definición de competencias, ya que el decreto no especifica nada en contra de ello.

Me surge una duda importante en relación a las evaluaciones externas que promueve la LOMCE y la aplicación de las competencias básicas. En el artículo 12, punto 3 dice que "los centros docentes realizarán una evaluación individualizada a todos los alumnos y alumnas al finalizar el tercer curso de Educación Primaria, según dispongan las Administraciones educativas, en la que se comprobará el grado de dominio de las destrezas, capacidades y habilidades en expresión y comprensión oral y escrita, cálculo y resolución de problemas en relación con el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística y de la competencia matemática". Y en el mismo artículo, pero en el punto 4, añade que "al finalizar el sexto curso de Educación Primaria se realizará una evaluación final individualizada a todos los alumnos y alumnas, en la que se comprobará el grado de adquisición de la competencia en Comunicación lingüística, de la Competencia matemática y de las Competencias básicas en ciencia y tecnología, así como el logro de los objetivos de la etapa". ¿Qué pasa entonces con las competencias básicas que no se evalúan en estas pruebas? Es de suponer que la evaluación de las mismas formará parte del proceso sistemático de los centros, pero ¿en qué medida corren riesgo de quedar en un segundo plano? Dando por supuesto que nadie va a querer salir mal parado en estas evaluaciones externos, es lógico pensar que se va a poner especial hincapié en el trabajo de las competencias que vayan a formar parte de nuestros informes, sobre todo, de los que se van a ver cara al exterior. Esperemos que al resto de competencias no se les aplique esa máxima que dice que "lo que no se evalúa, se devalúa".

Con esto termino mi breve repaso a la historia de las competencias básicas en nuestro país y a su evolución en la legislación educativa de nuestro país. Y, si breve es su recorrido, me temo que también su implantación en nuestras aulas es, de momento, bastante minoritaria. En un primer momento, se salvó la situación incluyendo en las planillas de las programaciones un cuadro que decía algo así como "en esta unidad se trabaja la competencia lingüística y la de aprender a aprender" (gentileza de las editoriales). Sin embargo, gracias a las posibilidades de compartir experiencias y recursos que nos ofrece Internet, también hemos podido comprobar cómo, en muchos centros, sí se ha avanzado en su implantación y se han diseñado e implementado magníficos avances en este campo. 

Ahora, con el empujón que puede suponer este decreto de currículo para la etapa de Primaria, lo tenemos todo a favor para implantar definitivamente las competencias básicas en nuestros colegios. El trabajo no será sencillo, claro está. Habrá quien siga encontrando excusas para no hacerlo, y muchas de ellas son muy razonables: falta de tiempo para diseñar todo un currículo, escasa preparación del profesorado, reticencia a eliminar los libros de texto... Por contra, el trabajo en red que nos posibilita Internet, nos permite investigar, buscar recursos, seleccionar lo que más nos conviene. Por suerte, hoy día existe todo un abanico de metodologías que favorecen el trabajo y la evaluación de las competencias básicas: el Aprendizaje Basado en Proyectos, el "Mobile Learning", the Flipped Classroom, eTwinning... En todo esto, hay una competencia básica que, para mí, resulta absolutamente fundamental, y ésta no es otra sino "aprender a aprender". Yo la considero primordial, creo que es el pilar fundamental sobre el que se tiene que sostener todo el proceso de aprendizaje y crecimiento del alumno. Si esta competencia está bien trabajada, nuestros alumnos tendrán más posibilidades de adaptarse con éxito a un futuro todavía hoy incierto y que está por construirse. Curiosamente, las evaluaciones externas no contemplan valorar los progresos del alumnado en esta competencia. ¡Qué lástima!

En conclusión, creo que hay que aprovechar esta oportunidad y apostar decididamente por un nuevo modelo de escuela que conecte más con los intereses y motivaciones de nuestro alumnado. Éste puede ser un buen momento. No lo dejemos escapar.

martes, 4 de marzo de 2014

Sobre la LOMCE y sus desarrollos


                                                 * Imagen tomada de www.xarxatic.com

A finales del mes de febrero, a raíz de un curso sobre "Entornos Personales de Aprendizaje" que realicé, tuve la oportunidad de conversar online con otros docentes. En este encuentro compartimos nuestras inquietudes, motivaciones, perspectivas de futuro... Una de las conclusiones a las que llegamos unánimemente fue que la escuela actual necesita un cambio, ya que no responde a las necesidades e intereses del alumnado. Y, además, todos coincidimos en que el motor de ese cambio debemos ser los propios docentes. Por lo que terminábamos preguntándonos porqué ese cambio no se produce si la mayoría de los profesionales que trabajamos en las escuelas estamos tan convencidos de su conveniencia.

Poco después de este encuentro virtual el ministerio de educación y ciencia publicó el Real Decreto por el que se establece el currículo de la educación Primaria (que es en la que yo trabajo, por cierto). Su lectura y análisis me dio pie a una posterior reflexión, absolutamente personal, que me gustaría compartir con todos vosotros y, si da lugar, incluso a establecer un debate sobre la misma.

Para empezar esta reflexión, debo contextualizar el currículo en su marco más amplio, y éste es, obviamente la LOMCE. Ya se ha escrito mucho sobre esta nueva reforma, y creo que yo no puedo aportar nada más a este debate. Pero sí que me gustaría señalar que observo con disgusto que muchos de los análisis y debates que se hacen sobre la misma son ideológicos, y no educativos, como deberían de ser, lo cual ya constituye un mal punto de partida. Hace tiempo que la educación en España se ha convertido en un instrumento electoral, en una cuestión política, por lo que, me parece a mí que muchas de las críticas que se vierten sobre la misma llevan una altísima carga de subjetividad. A mí me gustaría poder hacer un análisis objetivo de la misma. Y yo, sinceramente, no me veo capacidad para decidir si una ley es buena o mala "sobre el papel", sin conocer sus posteriores desarrollos o, más lejos todavía, los resultados que se obtengan tras unos años de implantación. Ahora bien, sí que me gustaría comentar la principal impresión que me llevé tras su lectura (y relectura) detenida: esta ley no da respuesta al tipo de cambio que se requiere. Creo que esta reforma ha hecho demasiado ruido para lo poco que propone, aunque también creo que mucha culpa de ello es de los medios de comunicación, sobre todo, los más críticos con el gobierno. Mi pregunta es la siguiente, si estamos convencidos de que es necesario un cambio de modelo de escuela, ¿porqué ponemos el grito en el cielo cuando se propone una reforma del mismo? Ahí dejo la cuestión, para el debate.

Y llegó el currículo de Primaria (que podéis consultar en este enlace, aunque estoy seguro de que ya lo habréis hecho):
http://www.boe.es/boe/dias/2014/03/01/pdfs/BOE-A-2014-2222.pdf

Y, tal y como hice con la LOMCE, lo leo (y lo releo) con curiosidad, interés, y debo reconocerlo, con cierto escepticismo. Pero, a medida que lo voy analizando, me encuentro con varias sorpresas (agradables, dicho sea de paso):
- En el preámbulo dice que "el rol del docente es fundamental, pues debe ser capaz de diseñar tareas o situaciones de aprendizaje que posibiliten la resolución de problemas, la aplicación de los conocimientos aprendidos y la promoción de la actividad de los estudiantes". ¡Oh, sorpresa! Por primera vez, nos dice claramente que nos olvidemos de la lección magistral y nos centremos en pensar tareas y diseñar situaciones de aprendizaje claramente competenciales. ¿No comentábamos que el rol del maestro debía cambiar? Pues aquí tenemos un primer punto de apoyo.
- Se introduce un nuevo elemento en el currículo, llamado "estándares de aprendizaje". ¡Que nadie se asuste! ¡Que no cunda el pánico! Si se observan con atención, los colegios que habéis trabajado todo el tema de la programación por competencias observaréis que vienen a ser, más o menos, aquello que llamábamos "descriptores competenciales".
- ¡Han desaparecido los objetivos! Tan solo encontramos, en el artículo 7 de la ley, unos objetivos generales para toda la etapa, pero estos son muy amplios. ¿Que quiere decir esto? Pues que a la hora de programar, nuestros referentes ya no van a ser los objetivos, sino estos "estándares de aprendizaje" que nombraba antes.
- Otro aspecto novedoso y sorprendente en esta ley es que los elementos que se describen en cada una de las áreas (contenidos, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje) ya no aparecen repartidos en ciclos (lógicamente, porque esta estructura de ciclos ha desaparecido) ni en niveles. Eso implica que cada centro debe ser capaz de trabajar a partir de este currículo, decidir qué quiere trabajar en cada nivel y diseñar sus propias tareas.

Bueno, pues me parece que ya tenemos "el terreno abonado" para ese cambio de modelo que los propios docentes venimos demandando. Supongo que el decreto será mejorable, que tendrá críticas y detractores, pero a mí me parece que favorece el cambio metodológico. Sin embargo, también veo conveniente señalar los "peligros" que le veo:
- ¿Cuándo empezamos a trabajarlo en los claustros? ¿Lo hacemos ya o sería conveniente esperar a los posteriores desarrollos autonómicos? Personalmente, me decantaría por esta última opción, aunque entonces la "montaña" de papeles para leer será mayor, y el tiempo para trabajar antes del comienzo del próximo curso, será menor.
- Tendríamos que trabajar todos, como claustro, en ese reparto por niveles de lo que queremos trabajar, pero resulta que el próximo curso solamente lo van a implantar los maestros de 1º, 3º y 5º, por lo que el resto de compañeros tendrán que duplicar sus tareas.
- Veo un serio riesgo de que esa responsabilidad de reparto de contenidos se deje, una vez más, en manos de las editoriales. En ese caso, adiós al cambio metodológico y al nuevo modelo de escuela que buscamos.
- También en el preámbulo se indica que "el contenido de esta norma será completado con la integración de las competencias en el currículo que debe promover el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, según la disposición adicional trigésimo quinta de la Ley 2/2006, de 3 de mayo, introducida por la Ley 8/2013, de 9 de diciembre, a través de la adecuada descripción de las relaciones entre las competencias y los contenidos y criterios de evaluación de las diferentes enseñanzas, con atención prioritaria al currículo de la enseñanza básica". Habrá que esperar, de nuevo, a ver qué nos depara este nuevo desarrollo.
- Y luego está todo el tema, nada trivial, por cierto, de las evaluaciones externas en 3º y 6º. ¿Cómo nos repartimos los contenidos y estándares de aprendizaje si todavía no sabemos qué se va a evaluar en esos momentos? Aunque nos neguemos a trabajar para obtener unos buenos resultados en estas evaluaciones, no podemos cerrar los ojos a esa realidad. Unos malos resultados repercuten en la opinión de nuestro entorno, y tal vez, en futuras matriculaciones...
- Por último, me gustaría centrar la atención en los verbos que aparecen en los estándares de aprendizaje. En Ciencias Sociales, se repiten mucho los verbos como "describir, definir, identificar, explicar o localizar". Mientras que en Ciencias de la Naturaleza, aparecen verbos como "identificar, reconocer, observar, planificar, reflexionar, manifestar, separar, investigar...". El peligro que encuentro es que la evaluación de la primera (o de matemáticas, que está enfocada de modo parecido) se oriente hacia el tradicional examen escrito, mientras que en el segundo sí se abre la puerta a nuevas y diversas formas de evaluación.

Obviamente, esta reflexión se podría completar, criticar y pormenorizar. ¡Ojalá esto lo hagamos entre todos! He creado una comunidad en Google + para el debate, de la cual os dejo el enlace y os invito a uniros:

Comunidad de debate sobre el Currículo de Primaria

En mi opinión, este desarrollo normativo deja, como se dice popularmente, "la pelota en nuestro tejado". Ahora podremos comprobar qué centros están dispuestos a aprovechar esta oportunidad para reinventarse, para diseñar un nuevo modelo educativo; o, por el contrario, qué centros la dejarán pasar, rellenarán "cuatro papeles" y seguirán haciendo más de lo mismo...